

CELEBRE
No somos una marca de tequila normal
y tú tampoco deberías serlo



PICKUP EN SORIANA
QUÉ SIEMPRE
QUEREMOS CELEBRAR
POR QUE LA VIDA ES CORTA Y LAS EXCUSAS SOBRAN




¿SABES QUÉ ES LO PEOR DE NOSOTROS?
Porque la vida no se explica… se celebra
¿Cómo se hace el tequila?
El tequila empieza con paciencia: el agave azul necesita entre 7 y 10 años para estar listo. Cuando llega el momento, cosechamos las piñas (el corazón del agave), las cocinamos al vapor en hornos, las trituramos para extraer el jugo –el famoso mosto–, y lo fermentamos. Después viene la magia: la destilación en alambiques, que transforma el mosto en ese líquido que tanto nos gusta celebrar.
¿Qué es el tequila blanco?
Es el tequila en su forma más pura, sin filtros ni envejecimiento en barricas. Fresco, directo, con todo el sabor del agave. ¿Lo mejor? Va bien solo, en cócteles o donde tú quieras. El tequila blanco es como un brindis honesto: sin rodeos, pero con mucha personalidad

¿Cómo se toma el tequila?
Como tú quieras. Solo, con limón y sal, en una margarita, o directo del caballito mientras brindas por algo (o alguien) especial. El secreto no está en la receta, sino en con quién y por qué lo compartes. ¿Nuestro consejo? Siéntelo, saborealo, y celebra a tu manera, porque al final, el mejor tequila es el que disfrutas en el momento perfecto.



100% AGAVE AZUL
SI YA BAJASTE HASTA AQUÍ BUSCANDO DÓNDE ENCONTRARNOS....
¡VE Y TÓMALO!
El tequila empieza con paciencia: el agave azul necesita entre 7 y 10 años para estar listo. Cuando llega el momento, cosechamos las piñas (el corazón del agave), las cocinamos al vapor en hornos, las trituramos para extraer el jugo –el famoso mosto–, y lo fermentamos. Después viene la magia: la destilación en alambiques, que transforma el mosto en ese líquido que tanto nos gusta celebrar.
Es el tequila en su forma más pura, sin filtros ni envejecimiento en barricas. Fresco, directo, con todo el sabor del agave. ¿Lo mejor? Va bien solo, en cócteles o donde tú quieras. El tequila blanco es como un brindis honesto: sin rodeos, pero con mucha personalidad.
Como tú quieras. Solo, con limón y sal, en una margarita, o directo del caballito mientras brindas por algo (o alguien) especial. El secreto no está en la receta, sino en con quién y por qué lo compartes. ¿Nuestro consejo? Siéntelo, saborealo, y celebra a tu manera, porque al final, el mejor tequila es el que disfrutas en el momento perfecto.